lunes, 31 de agosto de 2009

Curso práctico de interpretación de sueños


INTRODUCCION
A lo largo de la Historia, los seres humanos se han preguntado cual era el significado de sus sueños, pero pocos han sido los que eran capaces de descifrarlos. Cuando alguien quería saber qué significaba el sueño que había tenido, debía recurrir a otra persona para que se lo interpretara, persona que no siempre era conocida o estaba a su alcance, por lo que el sueño quedaba sin interpretación.
Este curso tiene como principal objetivo el que aprendas a interpretar tus propios sueños sin necesidad de ayuda externa, convirtiéndote así en una persona más madura e independiente capaz de avanzar en la vida gracias a sus recursos internos, recursos que todos tenemos y que sólo están esperando a ser despertados.
El primer día del curso aprenderás un método eficaz para conseguir recordar los sueños y podrás además incubar sueños para tu beneficio.
El segundo día se dedicará exclusivamente al aprendizaje de la interpretación de los sueños y a interpretar los sueños tenidos por los participantes del curso durante la semana anterior.
Por último, el tercer día lo dedicaremos a trabajar los sueños lúcidos y las tan temidas pesadillas para conseguir que nuestros sueños trabajen a nuestro favor.
Al finalizar el curso tendrás todos los recursos necesarios para un mejor conocimiento de ti mismo/a, para resolver los problemas que se te plantean en la vida diaria y a los que no consigues encontrar una solución o incluso para desarrollar más tu creatividad mediante el trabajo de tus sueños.


¿QUÉ SON LOS SUEÑOS?
Todos soñamos varias veces mientras dormimos, nos acordemos o no al despertar, puesto que soñar es una experiencia universal. Los sueños son un recurso que tiene nuestro subconsciente para ayudarnos a procesar la información que guarda nuestro cerebro, sobre todo a un nivel emocional, pues nunca mienten sobre nuestras emociones y nuestros sentimientos.
Los sueños se pueden clasificar en:
Sueños fronterizos: son aquellos que se tienen en los momentos antes de perder la conciencia y dormirnos, normalmente están relacionados con las actividades que se hacen durante el día.
Sueños de reajuste: se producen a causa de agentes físicos externos, como golpes, roces o incluso calor excesivo. Por ejemplo, muchas veces se sueña que corremos pero que no se puede avanzar y cuando nos despertamos vemos que tenemos las piernas enredadas en las sábanas.
Sueños de satisfacción: son los sueños en que se ven realizados los deseos que tenemos en la vida real, nos dan lo que la vida en la realidad nos niega. Un ejemplo es el de la persona que sueña con comida cuando acaba de ponerse a dieta.
Sueños de satisfacción intelectual: estos sueños los tienen aquellas personas que están tan absortas en su trabajo que, aunque duerman, su subconsciente sigue trabajando y son altamente creativos puesto que durante ese tiempo surgen ideas que después pueden aplicar a su trabajo.
Sueños premonitorios: son mensajes que no afectan al pasado sino que pueden prevenirnos de algún peligro o nos ayudan para alcanzar el éxito en alguna empresa.
Sueños lúcidos: son aquellos en los que nos damos cuenta de que estamos soñando y podemos cambiar el curso de los acontecimientos a nuestro antojo.
Pesadillas: son el último recurso que utiliza nuestro inconsciente para mostrarnos algo no reconocido en nosotros mismos pero que necesitamos comprender.


CÓMO RECORDAR LOS SUEÑOS
La primera dificultad con que muchos se encuentran es que no recuerdan lo que han soñado cuando despiertan, sólo recuerdan fragmentos o si recuerdan el sueño se olvidan al poco tiempo de él. Por tanto tendremos que prepararnos para luego poder recordar nuestros sueños.
Lo primero que debemos hacer es proveernos del material necesario para poder trabajar con nuestros sueños, material que dejaremos en un lugar al que podamos acceder fácilmente desde la cama. Este material será:
- Bolígrafo y papel o cinta magnetofónica y grabadora
- Carpeta para guardar los sueños
- Cuaderno que utilizaremos como “Diccionario de sueños”.
Antahkaranas masculino y femenino
Una vez reunidos estos elementos podemos empezar a trabajar.
Selecciona un periodo de días tranquilos o de vacaciones para poder trabajar con comodidad los sueños. Procura que tu habitación tenga un ambiente agradable (si lo deseas puedes encender incienso de cedro, enebro…), y que tu ropa de cama sea lo más cómoda posible.
Pasa revista a las palabras y actos de la jornada. Si se han vivido momentos de plenitud, pueden ser evocados. Si la relación con alguien ha sido mala, se puede restablecer la armonía en el corazón.
El anthakarana es un símbolo que se ha usado durante siglos en el Tibet y la China para ayudar en la evolución espiritual y el desarrollo personal.
Tiene dos variantes: la más pequeña con líneas más gruesas es el masculino y se suele usar en meditación, en las mandalas de cristales de cuarzo y para recordar los sueños. El más grande, con líneas más finas es el femenino y sus efectos suelen ser más sutiles aunque no menos efectivos.

Coloca el antahkarana debajo de tu almohada para que su energía te ayude a elaborar y recordar tus sueños. Se recomienda comenzar con el antahkarana femenino puesto que con el masculino los sueños suelen ser más intensos y es mejor dejarlos para cuando estés acostumbrado/a a trabajar con los sueños, pero en cualquier caso sólo es una recomendación y si tu intuición te dice que debes empezar con el masculino debes hacerla caso.
Pon cerca de tu cama el material que vayas a usar para relatar tu sueño con el objeto de que no sea necesario levantarte, así podrás anotar más datos e incluso volverte a dormir después si así lo deseas.
Cada noche debes llevar un vaso lleno de agua al lugar donde vayas a dormir (los que sepan pueden cargarla con Reiki). Justo en el momento en que te dispongas a dormir coge el vaso de agua, cierra los ojos y los elevas hacia arriba (esto se hace para que nuestro cerebro empiece a funcionar en un estado modificado de conciencia al cambiar las ondas cerebrales de Beta a ondas Alfa) y te bebes aproximadamente medio vaso de agua mientras te dices “esto es todo lo que tengo que hacer para recordar los sueños”. Abres los ojos para dejar el vaso de agua y a continuación los vuelves a cerrar dispuesto/a a dormir y soñar.
Al despertar coges el resto de agua y repites la operación cerrando los ojos, elevándolos y diciéndote “esto es todo lo que tengo que hacer para recordar los sueños”.
Seguidamente coges la grabadora o el bolígrafo y el papel y dejas grabado o por escrito lo soñado aunque sólo recuerdes un pequeño fragmento, teniendo cuidado de hacer el relato en tiempo presente como si el sueño estuviera sucediendo en ese momento (no decir “estaba caminando” sino “estoy caminando”). No te olvides de dejar constancia de la fecha para que luego tengas los sueños ordenados.
Esta operación la harás siempre que despiertes aunque luego te vuelvas a dormir (a excepción del vaso de agua que puede hacerse sólo una vez, aunque puede hacerse en cada ocasión que se va a dormir si así se quiere en el mismo día).
No trates de entender el sueño, simplemente anótalo. A menudo sólo recordamos la última escena de un sueño o cosas sueltas, utilízalas para llegar a escenas previas. Las frases, nombres o poemas deben escribirse en primer lugar, pues es lo que antes olvidamos de un sueño.


CÓMO INCUBAR SUEÑOS
También puedes utilizar lo que se llama “incubación de sueños” cuando necesites resolver algo que te preocupe. Para ello procederás del siguiente modo:
Elige una noche en la que no estés demasiado cansado/a. Antes de acostarte es conveniente que ordenes los sentimientos y emociones que has vivido a lo largo del día. Para ello es recomendable que registres tus experiencias en un cuaderno.
Piensa en la situación que te preocupa y analízala concienzudamente y sin prisas (causas del problema, posibles soluciones…).
Resume en una sola frase lo que te preocupa, expresando tu deseo de solucionar la situación. Por ejemplo: “Ayúdame a entender por qué mi jefe nunca me tiene en cuenta”.
Utiliza el vaso de agua diciéndote “Esto es todo lo que tengo que hacer para que mis sueños me ayuden a entender por qué mi jefe nunca me tiene en cuenta”. Cuando te entre sueño olvídate de todo lo anterior, simplemente céntrate en dormir apaciblemente.
Anota el sueño tan pronto como te despiertes. Quizá te proporcione alguna pista para encarar tu problema.


CÓMO INTERPRETAR LOS SUEÑOS
Los sueños no tienen el lenguaje que usamos cotidianamente cuando estamos despiertos sino un lenguaje mucho más sutil aunque más efectivo, puesto que es el mismo lenguaje que usa nuestra mente subconsciente en todo momento, estemos despiertos o dormidos.
Nuestro objetivo es pues descifrar ese lenguaje propio de cada uno de nosotros, de tal forma que al conocer el sueño tenido sepamos conocer también el mensaje que encierra.
Si se tiene tiempo lo ideal es empezar a descifrar los sueños cuanto antes. Para ello coge la hoja de papel donde has anotado el sueño y otra hoja donde irás anotando la interpretación paso a paso. Y ahora vamos con la interpretación.
Empezarás leyendo el sueño que has escrito y poniéndole el título que te parezca más oportuno sin detenerte a pensarlo mucho, deja que tu intuición te guíe y después al final del sueño escribe lo que crees que significa, tu primera impresión, aunque no estés seguro/a de si es la acertada.
A continuación imagina que el sueño que has escrito se lo tienes que contar a un extraterrestre que ha llegado a la Tierra pero que, aunque puede hablar nuestro idioma, necesita que le expliquen todas las palabras. Al explicarle todas las palabras que hay en la hoja mediante definiciones verás que el sueño va cobrando sentido para ti. Por ejemplo, sustituirás la palabra “mesa” por “mueble que sirve para poner la comida (o los utensilios de escritura, trabajo, etc...según como definas tú una mesa).
Deberás tener en cuenta una serie de cosas:
Cuando revives los sentimientos que tuviste en el sueño, ¿te recuerdan algo de tu vida actual?
Describe el escenario inicial del sueño: lugar, estado de ánimo, sentimientos. ¿qué se siente al estar en ese escenario? ¿a qué se parece? ¿cómo te sientes al estar allí, de pie, o conduciendo un coche, etc?
¿Esto te recuerda algo? ¿El lugar, la disposición de ánimo o estos sentimientos te recuerdan alguna situación de tu vida?
¿Quién es X? (X=persona)
¿Cómo es X? ¿Qué clase de persona imaginarías que podría ser X, teniendo en cuenta su aspecto y acciones en el sueño?
¿Cómo es X en tu sueño? ¿Qué está haciendo X en tu sueño?
¿Cómo es tu relación en estado de vigilia con X?
¿X te recuerda algo o a alguien de tu vida?
¿Existe alguna parte de ti que es como X?
¿Quién es Y? (Y=objeto)
¿Qué es Y en tu vida onírica? ¿Te gusta/disgusta Y? ¿Piensas que los Y son maravillosos, tontos, necesarios, divertidos o saludables?
¿El Y del sueño te recuerda algo, cualquier parte de ti, o cualquier cosa de tu vida? ¿Cómo?
¿La acción o acontecimientos principales que aparecen en el sueño te recuerdan cualquier situación de tu vida en estado de vigilia?.
Ahora ¿cómo entiendes el sueño?
Hay que tener siempre presente cuando soñamos con una persona determinada que él/ella es una mera imagen y que tenemos que fijarnos en las cualidades que tiene ya que son las que nos ha interesado incorporar al sueño.


DICCIONARIO DE SUEÑOS
Los arquetipos son aquellos elementos que tienen el mismo significado para todo el mundo, por ejemplo soñar con “agua” tiene que ver con las emociones, una “casa” representa nuestra persona... siendo así debemos tener en cuenta que siempre será mejor soñar con un río donde “las emociones fluyen” que soñar con un estanque donde “las emociones están estancadas”; “nuestra casa” estará mejor si es bonita y acogedora en vez de sucia y deteriorada.
A pesar de que los arquetipos nos pueden echar una mano a la hora de descifrar nuestros sueños, es mucho mejor que cada uno se confeccione su propio diccionario de sueños.
Debes estar atento/a a los símbolos, a los personajes y a las emociones que aparecen repetidamente en tus sueños. Escríbelos en tu diccionario personal, especificando el sentido y la importancia que les atribuyes. Recuerda que lo importante es lo que signifique un elemento para ti, pues los demás podemos tener una interpretación totalmente distinta y que no se corresponda para nada con tu sentir.
Si vas anotando estos símbolos que se repiten te será mucho más fácil interpretar tus sueños. No olvides que tus sueños pueden serte de gran utilidad, aunque no los entiendas enseguida. La clave del éxito a la hora de interpretar tus sueños está en practicar mucho, aunque al principio te cueste verás que pronto obtendrás frutos.


SUEÑOS LUCIDOS
El principal problema en relación a los sueños lúcidos está en la forma de llegar a saber que estás soñando. Se recomienda que te mentalices antes de dormir para incluir en el sueño algún elemento significativo para ti como tu coche, tu reloj, una medalla, etc. Este elemento actuará como una marca que te avisará que estás soñando.
Soñar con actividades irrealizables en la vida diaria como volar o ser invisibles también puede ser una buena pista que te haga darte cuenta de que estás en medio de un sueño. Cualquier cosa que no se corresponda con la realidad es un indicativo de que te hayas inmerso/a en un sueño lúcido.
La práctica del sueño lúcido te permite actuar sin miedo al daño físico. En los sueños, por ejemplo, podemos atravesar los objetos sólidos, volar o respirar bajo el agua. En el momento en que reconozcas un elemento “irreal” te dirás a ti mismo/a “estoy soñando” o “estoy dentro de un sueño”.
Otro ejercicio para tener un sueño lúcido es el siguiente: cuando estás acostado/a en la cama antes de dormir o cuando el insomnio te impide conciliar el sueño cuenta cada respiración, al inspirar di “uno” y al expulsar el aire afirma “estoy soñando”. Al inspirar nuevamente di “dos” y al expulsar el aire “estoy soñando”. Luego continúa del mismo modo diciendo “tres”, “estoy soñando”, etc…
Una vez te hayas hecho consciente de que estás dentro de un sueño podrás cambiarlo a tu antojo para tu beneficio. Si vas andando por una carretera en la que tus pies se hunden te percatarás de que es un sueño lúcido y puedes probar a cambiar la carretera convirtiéndola en agua, serrín o cualquier otro elemento sólo deseándolo.
Para saber más acerca de los sueños lúcidos recomiendo leer el libro “El castillo de los 9 espejos” de Irene Mond (Ed. Obelisco).


PESADILLAS
Casi todos hemos experimentado un sueño que provoca ansiedad o miedo. Algunas personas sueñan con la misma pesadilla repetidas veces. Otros sufren pesadillas cuyo guión cambia a pesar de tener el mismo mensaje. Son comunes sueños en que la persona se cae, es perseguido, atacado, llega tarde para un examen, es incapaz de moverse o gritar, está desnudo en público… este tipo de sueño suele reflejar la incapacidad del soñador para reconocer y resolver los conflictos en la vida real.
Es importante destacar que las pesadillas recurrentes intentan dar un servicio importante al soñador. Si, al tener una pesadilla, nuestra reacción es intentar olvidarla cuanto antes, entonces perdemos una ocasión para aprender de ella y no haremos caso al mensaje que nos intenta transmitir.
En este sentido, las pesadillas se pueden considerar como una forma de identificar y tratar problemas personales. A veces nos advierten sobre pautas de comportamiento actuales o desequilibrios psicológicos que debemos resolver. Si logramos hacer caso al aviso y buscar una solución en la vida real, dejaremos de tener la pesadilla, o volveremos a tener el sueño pero con otro final, la conclusión ideal, que representa la prueba definitiva de que hemos resuelto el problema.
Las pesadillas se pueden tener por uno de estos motivos:
. un estado emocional débil
. un recuerdo (consciente o subconsciente) de un acontecimiento traumático
. un factor externo (por ejemplo, el ruido que hace la calefacción o aire acondicionado al apagarse todas las noches) del que no somos conscientes pero que detecta nuestro cerebro, produciendo un cambio brusco en el sueño
. una mala digestión si se duerme inmediatamente después de haber comido copiosamente
. la ingesta de bebidas alcohólicas o la utilización de drogas
. una personalidad caracterizada por ansiedad, inseguridad o nerviosismo
Para controlar y curar las pesadillas hay varias medidas que se pueden adoptar y son:
. Evitar el consumo de alcohol y estimulantes antes de dormir.
. Si duermes en una casa donde se escuchan ruidos ponte unos tapones en los oídos para comprobar si estos ruidos provocan un cambio brusco en el estado del sueño que te lleve a sufrir pesadillas.
. Intenta escribir toda tu pesadilla sobre papel, luego léelo en voz alta, rompe el papel en pedacitos y tíralo. Esto puede tener un efecto terapéutico que llegue a tu subconsciente.
. Transforma tu pesadilla en un sueño lúcido y controla los acontecimientos del sueño como si fueras el director de una película.
Si estás soñando que caes y eso te genera angustia, lo ideal sería que te dejaras llevar y que averiguaras en dónde caes y qué es lo que encuentras al llegar allí. Otra opción sería que mientras caes abrieras los brazos y echaras a volar. De esa forma puedes transformar una pesadilla en un sueño alegre y liberador.
Si en tu pesadilla alguien te persigue puedes darte la vuelta y enfrentarte al perseguidor. Si no te atreves a hacerlo en tu forma natural puedes transformarte en otra persona o tal vez quieras hacerlo en forma de animal, como en un lobo, un oso... Los personajes de los sueños sólo son malos mientras uno les tenga miedo y retroceda ante ellos.

GRACIAS
A mis padres, por darme el don más preciado que tengo, la vida.
A Raquel, por guiarme a la hora de interpretar mis sueños y por animarme a interpretarlos sola.
A John, por confiar en mí y animarme a transmitir mis conocimientos acerca de los sueños
A Diego, mi hijo mayor, por compartir conmigo el modo en que él trabaja con sus pesadillas.
A todas las personas que me han animado en este proyecto y no han dudado ni un segundo de mi capacidad para llevarlo a cabo y a las que han colaborado en él.
A María, mi suegra, el ángel que cuida de mis hijos mientras yo os ayudo a vosotros, sin ella esto no habría sido posible.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Stop a la manipulación

Hoy te recomiendo el libro titulado "Yo te manipulo ¿y tú qué haces?" de Walter Dresel.
Este libro nos ayuda a reflexionar sobre las personas que manipulan y las que se dejan manipular. Nos invita a que nos preguntemos a nosotros mismos cual es nuestro papel en la vida, a que elijamos dejar de ser víctimas y caminemos hacia donde de verdad queremos estar.
Sólo siendo sinceros con nosotros mismos nos daremos cuenta de que somos nosotros los que tenemos que cambiar nuestra vida y no esperar a que sea el otro el que cambie.

domingo, 9 de agosto de 2009

Salir de la zona de seguridad

Por muy mal que estés ahora es un terreno conocido, llevas viviendo en él mucho tiempo y te resulta familiar, es por ello que te cuesta salir de esa "zona de seguridad" para alcanzar tus metas. No ayuda para nada el típico refrán "más vale malo conocido que bueno por conocer" pues si le haces caso sigues ahí donde no acabas de sentirte feliz.
Si de verdad, de verdad quieres ser feliz , tendrás que tomar la decisión de salir de la zona de seguridad y arriesgarte a conocer cosas nuevas, a actuar de formas diferentes, a caer y a levantarte, a crecer. Te aseguro que el resultado será algo mejor de lo que tienes ahora, tú trabajo es concentrarte en elegir aquello que te hace sentir bien.

viernes, 7 de agosto de 2009

Relajación con una pluma

Imagina un cielo muy, muy azul y muy alto una suave pluma blanca que va descendiendo mientras gira muy, muy lentamente hacia ti.
La pluma desciende despacio mecida por el viento y a medida que desciende tus músculos se van relajando. Cuanto más desciende la pluma blanca más completa es tu relajación.
Mientras ves descender lentamente la pluma una suave brisa acaricia tu rostro y eso hace que tus músculos se relajen aún más.
Cuando la pluma toque el suelo tus músculos estarán totalmente relajados.
La pluma blanca sigue descendiendo hacia el suelo despacio, muy despacio y tu relajación es mayor a medida que desciende suavemente.
Ahora la pluma toca el suelo y todos tus músculos han alcanzado al mismo tiempo un profundo estado de relajación.
Te sientes tranquila, perfectamente bien, feliz y estás perfectamente relajada.

jueves, 6 de agosto de 2009

Ubicándote

En esta ocasión te propongo que hagas cuatro listas:
1ª Lo que tengo y quiero
2ª Lo que no tengo y no quiero
3ª Lo que quiero y no tengo
4ª Lo que no quiero y tengo
Con las dos primeras listas conseguirás hacerte consciente de lo afortunado que eres al tener unas cosas y carecer de otras.
Con la tercera lista te harás consciente de las cosas que quieres y te podrás marcar metas.
Con la cuarta lista te harás consciente de las cosas que tienes que eliminar de tu vida para conseguir lo que de verdad deseas para ti y los tuyos.
Recuerda que para llegar a un destino hay que saber en qué punto del camino nos encontramos y darle un repasito a lo que tienes es un buen comienzo.

sábado, 1 de agosto de 2009

Crecer y avanzar

Para poder crecer debemos alejarnos de todo aquello que ya no tiene sentido en nuestra vida. Debemos soltar las relaciones o cosas que han dejado de nutrirnos.
Tal vez nos dé miedo soltar aquello que conocemos, aunque sea malo, porque no sabemos qué nos espera después o si nos espera algo.
Es natural sentir miedo, pero alejarnos emotivamente de todo lo que nos dio fruto en el pasado y ya no lo hace nos permitirá dejar de sufrir. Y a partir de ese punto ya sólo nos queda seguir avanzando hacia lo que queremos.