Es importante que cuides a tu niña interior para vivir una vida feliz, ella es la que sufre cuando tú sufres y a través de su alegría obtienes la tuya.
Ayer cuando acabé el trabajo y volvía andando a mi casa (es una caminata de 20 minutos) decidí dedicarle un rato a mi niña interior así que la visualicé a mi lado, la tomé de la mano con cariño y me puse a hablar con ella.
De pronto me di cuenta de que iba demasiado rápido y ella con sus piernecitas no podía apenas seguirme así que le puse unos patines para que pudiera ir más rápido y a la vez se fuera divirtiendo. Fue genial, en las cuestas ella ponía un dispositivo especial para poder bajarlas sin caerse y cuando llegamos al parque y pasamos por la arena los patines se convertían en algo parecido a unos esquíes.
Ese rato que pasé con mi niña interior fue lo mejor del día junto con el tiempo que pasé con mis hijos y además me encantó verla disfrutar con los patines porque a mí cuando era pequeña no se me daba muy bien, jajajaja.
¿Y tú? ¿Qué vas a hacer hoy con tu niña interior?
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