
Concéntrate ahora en la llama de la vela. Observa los hermosos colores que hay dentro de ella. Puedes ver el rojo, el azul, el amarillo, el púrpura, el blanco o quizá otro. A medida que los ves sientes que te relajas y que te sumerges cada vez más profundo dentro del trance, disfrutando de esas agradables sensaciones de pesadez corporal y de tranquilidad que, como sabes, son parte de esta experiencia hipnótica.
Ahora concéntrate en el cuerpo de tu vela. Presta atención a esa primera gota de cera fundida que comienza a bajar por su tibio y tranquilo cuerpo.
Ahora ve como la gota de cera toca la base del candelabro, extendiéndose y pasando a formar parte de él... y, al mismo tiempo, te sientes cada vez más relajada... más segura y más cómoda.
Ahora imagina que tú eres esa vela. Una vela completamente relajada y, mientras tienes esa imagen en tu mente, como si fuera a la vez un músculo específico de tu cuerpo, sientes cómo te ayuda a relajarte cada vez más, completamente.
Visualiza ahora la silla o la cama en la que estás descansando, imagina que ella es como la base de ese candelabro que sostiene la vela y que tus músculos, tal y como la tranquila gota de cera de tu vela, se fusionan con la silla, con la cama, transformándote, porque así lo quieres, en una vela completamente relajada.
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